27 mayo 2010

RianAir

En uno de los blogs que sigo nos hablaban de un problema que el autor tuvo con Rianair.

Todos sabemos que esta compañia es barata porque después te exprime para las cosas más básicas:

- Si no has impreso la tarjeta de embarque, te cobran... ¿10€? Por imprimirla (y no estoy muy seguro si, además, toca multa de otros 10. Pero eso no estoy muy seguro.

- Para facturar... Más de lo mismo. Si dices que vas a facturar, no pasa nada porque lo pagas en el momento de comprar el billete. En caso contrario, si dices que no facturas y después tienes que hacerlo porque tu equipaje no cumple con el tamaño ¿ridículo? que te indican, también toca ir a otro mostrador que no es el que te da la tarjeta de embarque, y pagar. Después te dan el resguardo que justifica el pago. Eso sí, creo que no toca hacer toda la cola otra vez. Que nada más acabar con el que estén atendiendo en ese momento, te "cuelan" para acabar de hacer la gestión. Aún así, el tener que ir a otro mostrador ya es una molestia.

- Bultos. Con tal de llevar una mísera bandolera, eso ya es un bulto. Como lleves una mochila y la bandolera...."Aaaaah. Son dos cosas. Métela dentro de la bolsa". La verdad, cuando fui a Holanda a ver a mi amiga Natalia, fui con un macuto y un saco de dormir y no facturé a la ida. Fue arriesgado porque lo que hice fue atar las dos cosas para que hicieran de "una sola". La primera vez la azafata me dijo que era dos. Yo, mostrando y haciendo gesto de "no. Es un sólo bloque". Así, me dijo que lo metiera en el cajón para ver si entraba. Justito, justito. Entró casi como un guante. Lo que me costó un poquito más fue sacarla. El caso es que nada más entrar en el avión y estacionarnos donde pudiéramos (ahora cuento esto), desmonté el bloque. Lo duro fue a la vuelta, que sí facturé. Ya se sabe. a la ida todo entra pero a la vuelta no.

- Los asientos. A parte de que es más probable pillar un "síndrome del turista" se coge el que más te guste y que esté libre. Los billetes, al no estar numerados... Pues eso. Además, como ya digo, uno se encuentra como sardinas en lata. Para poco tiempo, vale. Pero un viaje largo... Como que no.

Y... Ahora no se me ocurre qué más puedo contar. La verdad. Esto lo pongo aquí para mantener un poco la viveza del blog. Que hacía casi 10 u 11 días que no escribía nada.