No se si la última vez (y la primera) que me fui de viaje a un evento de seguridad lo dije aquí o lo dije en el otro blog. Pero bueno. Lo cuento en este.
El finde pasado estuvo genial. El viernes, a la hora de comer más o menos, me fui al campamento El Escorial, en la misma ciudad que lleva su nombre.
Llegué como a las 15 y pico.. Casi las 16H. Lo primero y más llamativo era que desde que me bajé del autobús hasta que llegué al camping, tuve que andar con todos los bártulos en mano (mochila del equipaje, portátil, la bandolera de siempre, el abrigo también en mano....) por un camino de cabras. Y eso que estaba asfaltado, pero con todas esas cosas, a ver quién es el guapo que se lo hace del tirón sin conocerselo.
Ya allí, en recepción me dieron un pase temporal y tiré para la cafetería donde me comería un buen bocadillo con una coca-cola. Después encendería el portátil para hacer tiempo. Así, que llegó uno de los compañeros que tendría en el evento. Éste ya se sabía muy bien cómo iban las cosas. A la hora convenida, ficharíamos y, antes de ir a las casetas, pillaríamos la bebida para la noche (y para el resto del finde).
Ya instalados todos en nuestros respectivos sitios... No me acuerdo. Creo que nos reunimos todos en la cafetería haciendo tiempo hasta que llegara la hora de cenar. Después de pimplárnosla y hacer la sobremesa iríamos a nuestras casetas a por la bebida. Ese fue el momento en el que conocí a mis compañeros de bungalow. Que, además, como repetían, ya tenían su propia bebida. Acabamos sirviéndonos y visitando, copa en mano, a otra cabaña. Poco después, volveríamos a la nuestra donde charlamos largo y tendido hasta las 3 o 4 de la madrugada. Ahí nos fuimos a la cama hasta las 7 y pico, 8 de la mañana.
Nuevo día. Nos duchamos, vamos a desayunar... Poco después empezarían las ponencias del evento. Dragos (de BitDefender), Pedro (de conexión inversa), Chema, Niko (Cálico Electrónico)... Y más. Todas esas fueron las ponencias de este día. Entre medias, algún descanso, la comida... Un futbolín que se llevaron para hacer un campeonato. Dos contra dos, a muerte súbita. Estuvo muy chulo. Me gané una camiseta y Niko nos hizo un dibujo a todo el que se lo pedíamos. Además, me firmó esa camiseta (y Chema también). Nos llevamos una camiseta de La FOCA y compré el libro que escribió Juan Luis G. Rambla sobre TMG. Cenita... Más copas con los restos del anterior día... Discoteca... Más futbolín dentro de la disco... Y bueno, alguna que otra cosilla que mejor no contarla. Ya, sobre las 4 o 5 y pico de la noche... A la cama. Por cierto, mis compis de cabaña tuvieron que irse porque uno de ellos se puso malo. :(
Así, con despertador puesto a las 7:30 - 7:45... A ducharse y a esperar una hora más porque el desayuno no era a las 8 sino a las 9. Aún así, ya no me iba a ir a la cama. Después del desayuno, a dejar el bungalow lo más parecido posible a como estaba cunado llegué, a dejar las llaves y a tirar otra vez a la parada del bus con el resto de compis que también iban al intercambiador de Moncloa.
Y poco más... Allí me despedí casi pitando para coger el bus (que iba muy, muy justito) y resulta que salía un cuarto de hora más tarde. Pero bueno. Llegué a casita bien, me volví a duchar y ya pasé el finde como otro cualquiera: Con mis hermanos, cuñados y sobrinos por aquí. Muy ricos que están los peques!!!
Ala. Ahora dejo caer la pregunta: ¿Habéis ido alguna vez a un evento de estos? Sea cual sea la respuesta, ¿Habéis dormido algún finde sólo 6 o 7 horas? Eeeeeeeh...
26 octubre 2010
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