A parte de que escribí mal la etiqueta de "telmárketing" el mismo jueves que escribí el anterior post llamaron por teléfono con un "número privado". Cogí yo sabiendo de qué iba (más o menos) y a la pregunta de "... ¿tiene ADSL?" yo respondí en modo "no quiero que me llamen para venderme nada". Y, evidentemente, no le sentó nada bien.
Por una parte lo siento por la chica, que está haciendo un trabajo en el que se come unos marrones de cuidado (¿cuantas de esas recibirán cada uno a diario cada uno de los que se encuentran al otro lado del teléfono?). Por otra, ya son muy cansinos (como dirían Cruz y Raya: "ha llamado el cansino"). Qué pesados. Hace tiempo empecé a hacer una lista con el día, hora y empresa que llamaba. Después, poco a poco, dejé de hacer el control. Y de vez en cuando, me vuelve a dar por controlarlo. No he llegado a tener una gran lista. Si tuviera cada una de las llamadas que nos han hecho...
Por ejemplo, hace unas semanas, hubo otra llamada en la que una grabación te instaba a quedarte al a escucha si querías saber sobre una oferta de noseque. Evidentemente, pasé y colgué.
Creo que en el post anterior puse la dirección de la Agencia que lleva la LOPD. Ahí se puede intentar encontrar en qué fichero (nomenclatura de la ley) almacenan nuestros datos. Después el problema está en que es un lío ejercer nuestros derechos, porque, si no me acuerdo mal, hay que mandar una carta certificada al responsable de dicho fichero (más nomenclaturas de la ley). Y en esa carta hay que indicar qué se quiere hacer: acceder, omitir, eliminar, corregir / cmabiar... Vamos. Que es lío de 3 pares de narices.
Bueno. Ya he contado algo más sobre el telemárketing. A ver si se me ocurre algo más que contar y lo enchufo aquí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario